Lo nuevo siempre sucede contra las abrumadoras posibilidades de las leyes estadísticas y su probabilidad, que para todo propósito práctico equivale a certeza; lo nuevo por lo tanto siempre tiene la apariencia de un milagro.
En el béisbol, mi teoría es esforzarse por ser constante, no hay que preocuparse acerca de los números. Si te obsesionas con las estadísticas, pierdes la visión, si te enfocas en ser constante, los números estarán allí al final.