La manera en que una mujer se porta y viste debe promover los siguientes tipos de palabras: modestia, discreción, sabiduría, belleza, elegancia y refinamiento, pero no sensualidad, lujo, extravagancia.
Mis padres sobrevivieron la Gran Depresión y me criaron para vivir de acuerdo con mis posibilidades, guardar algo para mañana, compartir y no ser codicioso, trabajar duro por las necesidades de la vida sabiendo que el dinero no hace a nadie mejor o más importante que cualquier otra persona. Así, la extravagancia ha sido extraída de mi ADN.