Siendo feministas de color y mujeres de color, tenemos que desarrollar aquellas estructuras que presenten y difundan nuestra cultura cada vez de creemos algo a partir de nuestras experiencias.
Soy feminista, pero creo que el romance ha sido quitado un poco de mi generación. Creo que con lo que la gente se conecta en las novelas es esta idea de un amor abrumador y abarcador - y que es más importante y especial que nada y todo lo demás.
Yo nunca he podido averiguar precisamente de qué se trata el feminismo: sólo sé que la gente me llama feminista siempre que expreso sentimientos que me diferencian de un tapete.
Toma la maternidad: nadie ha pensado en ponerla sobre un pedestal moral hasta que algunas feministas temerarias señalaron, hace casi un siglo atrás, que la paga es mala y la escala profesional no existe.