No aprendes de los éxitos; no aprendes de premios; no aprendes de ser célebre; sólo aprendes de las heridas y cicatrices, de errores y fracasos. Y esa es la verdad.
Toda mi maldita familia era agradable. No creo haberlo imaginado. Es cierto. Tal vez tiene que ver con haber crecido como un Científico Cristiano.La mitad de mis parientes eran Lectores o Practicantes en la iglesia.