Yo he vivido el dolor, y mi vida puede decir: solo profundicé la herida del mundo cuando dejé de dar gracias al pesado perfume de rosas salvajes de principios de julio y al canto de los grillos en las noches húmedas de verano y a los ríos que corren y a las estrellas que se elevan y a la lluvia que cae y a todas las cosas buenas que te da un buen Dios.
Ann Voskamp
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