La gran alegría, especialmente después de un cambio repentino de circunstancias, es propensa a ser silenciosa y habita más bien en el corazón, en vez de la lengua.
Los seres humanos serán más felices - no al curar el cáncer o llegar a Marte o eliminar prejuicios raciales o ras lago Erie sino cuando encuentren formas de habitar en las comunidades primitivas otra vez. Eso es mi utopía.
Yo realmente habito un sistema en el que las palabras son capaces de sacudir toda la estructura de gobierno, donde las palabras pueden resultar más fuertes que diez divisiones militares.