Mi abuela me llevaba a la iglesia los domingos durante todo el día, todos los domingos hasta la noche. Los lunes por la noche era la reunión de los misioneros. Los martes por la noche, la junta de porteros. Los miércoles por la noche, la reunión de oración. Los jueves por la tarde, las visitas a los enfermos. Los viernes por la noche, práctica de coro. Quiero decir, y en todas aquellas reuniones, cantábamos.
Maya Angelou
poeta