No dejes que un hombre haga lo que su sentido de lo correcto le indica no hacer, ni que desee lo que este sentido le prohíbe desear. Esto es suficiente. El artista hábil no alterará sus medidas por lo que indique un obrero estúpido.
Hagamos que las clases dominantes tiemblen ante una revolución comunista. Los proletarios no tienen nada que perder, sino sus cadenas. Ellos tienen un mundo por ganar. Obreros de todos los países, ¡unánse!