A lo largo de mi carrera, si he hecho algo, he prestado atención a cada nota y cada palabra de lo que canto - si respeto la canción. Si no puedo proyectar esto a un oyente, fracaso.
Podría comparar mi música con la luz blanca que contiene todos los colores. Solo un prisma puede dividir los colores y hacerlos aparecer; este prisma podría ser el espíritu del oyente.