Patinar sobre hielo es muy difícil. Se necesita mucha disciplina y mucho trabajo duro. Es divertido, pero cada mañana ahí estás sobre el hielo, congelado, y tratando de hacer estos movimientos y estos trucos.
El camino de mi vida ha sido una bendición y una gran experiencia de aprendizaje. Patineta es mi pasión y no veo que eso cambie. Cuando yo no estoy patinando, me encanta surfear. Estoy abierto a nuevas experiencias y oportunidades.