Tan pronto como toda la tierra de cualquier país se haya convertido en propiedad privada, a los propietarios, como a todos los hombres, les encanta cosechar donde nunca sembraron y exigen una renta incluso por sus productos naturales.
Cuando leí los Upanishads, que son parte del Vedanta, me encontré con una profundidad de visión del mundo que me hizo sentir que mi cristianismo fuera algo del tercer grado.
La vida está llena de belleza. Nótala. Observa la abeja, el niño pequeño y las caras sonrientes. Huele la lluvia y siente el viento. Vive tu vida al máximo y lucha por tus sueños.
El consumo es el único fin y propósito de toda la producción; y el interés del productor debería ser atendido, solo hasta que sea necesario para promover aquel de los consumidores.
Si no estás dispuesto a trabajar duro, deja que otro mas lo haga. Prefiero estar con alguien que haga un trabajo horrible, pero que de el 110% que con alguien que haga un buen trabajo y de el 60%.
La gran ambición, el deseo de superioridad real, de liderar y dirigir, parece ser en conjunto peculiar al hombre, y el habla es el gran instrumento de la ambición.
A lo largo de la vida la gente te volverá loco, te faltará el respeto y te tratará mal. Deja que Dios lidie con las cosas que hacen, porque el odio en tu corazón también te consumirá a ti.
El resentimiento parece que nos ha sido dado por la naturaleza como defensa y solo como defensa. Es la salvaguardia de la justicia y la seguridad de la inocencia.
Sabes, el amor verdadero realmente es importante, los amigos realmente son importantes, la familia realmente es importante. Ser responsable, disciplinado y saludable realmente es importante.
El trabajo fue el primer premio, la compra original: dinero con el que se pagaba por todas las cosas. No era con oro ni plata, sino con mano de obra que originalmente se compró toda la riqueza del mundo.
Aventúrate con todos los boletos de la lotería y perderás con seguridad; y cuanto mayor sea el número de tus boletos más cercano será tu acercamiento a esta certeza.
Hacía mucho tiempo ya que me di cuenta de que la gente exitosa, rara, vez se relaja y deja que las cosas le suceden. Salieron y ocurrieron a las cosas.
El preocuparnos más por otros y menos por nosotros mismos; el dejar a un lado nuestro egoísmo y usar más nuestros afectos benévolos, eso es lo que constituye la perfección de la naturaleza humana.