Si nunca me hubiese aventurado más allá de ser un cómico de stand-up, entonces estaría hoy sentado en mi casa trabajando en mi impresión de Leonardo DiCaprio.
No hago mucha distinción entre ser un comediante stand-up e interpretar un personaje de Shakespeare- de hecho, a menos que seas un buen comediante, nunca vas a poder interpretar a Hamlet apropiadamente.