Los defensores del capitalismo son muy aptos para apelar a los sagrados principios de libertad, que se incorporan en una máxima: los afortunados no deben ser refrenados en el ejercicio de la tiranía sobre los desafortunados.
El conocimiento es poder. La información es poder. Acumular o mantener secretos conocimientos o información podría ser un acto de tiranía camuflada como humildad.
Tengo una indiferencia casi total de los precedentes, y una fe en la posibilidad de algo mejor. Me irrita que se me diga cómo siempre se han hecho las cosas. Reto a la tiranía de los precedentes. Opto por lo que sea nuevo que pudiera mejorar el pasado.
De una generación que llegó a la madurez durante la Gran Depresión, millones de los mejores y más valientes de nuestro país tomaron las armas en una lucha mundial contra la tiranía.
No existe ni una semana ni un día ni una hora en la que la tiranía no pueda entrar a este país, si las personas pierden su aspereza y su espíritu de desafío.
Hay situaciones históricas en que el rechazo de defender la herencia de una civilización, tan imperfecta que sea, contra la tiranía y la agresión puede resultar en consecuencias aún peores que la guerra.
Una función principal del arte y del pensamiento es de liberar al individuo de la tiranía de su cultura en el sentido ambiental y permitirle estar más allá de ella en una autonomía de percepción y juicio.
El afán de libertad y justicia no es fácil, pero nada serio e importante en la vida es fácil. La historia de la humanidad ha sido una lucha continua contra la tentación y la tiranía, y muy poco que vale la pena nunca se ha logrado sin dolor.
La experiencia ha demostrado que incluso bajo las mejores formas de gobierno, aquellos a los que se les ha confiado el poder, con el tiempo y a través de un proceso lento, lo han pervertido hasta convertirlo en tiranía.