Nadie puede vivir sin relacionarse. Uno puedes retirarse a las montañas, convertirse en un monje, un sanniasi, vagar solo por el desierto, pero guarda relación. Uno no puede escapar de esa verdad absoluta. No puede permanecer en aislamiento.
Una actitud demasiada egocéntrica, sabes, trae, ya verás, aislamiento. El resultado: Soledad, miedo, ira. Una actitud egocéntrica extrema es la fuente del sufrimiento.