No cederemos a la violencia. No seremos privados de la libertad sindical. No estaremos jamás de acuerdo con enviar a la gente a la cárcel por sus convicciones.
El estado natural de la maternidad es la abnegación. Cuando te conviertes en madre, ya no es el centro de tu propio universo. Cedes ese puesto a tus hijos.
En casi cada matrimonio hay un socio egoísta y uno altruista. Un patrón establecido que pronto se vuelve inflexible, de una persona que siempre hace las demandas y una persona que siempre cede.
Me casaría de nuevo si encontrara a un hombre que tuviera quince millones de dólares, me cediera la mitad y que me garantizara que estaría muerto dentro de un año.