El sexismo de cierta forma nos predispone a ver las obras de los hombres como si fuesen más importante que la de las mujeres, y es un problema, supongo que, como escritores, tenemos que cambiar.
De vez en cuando me muevo a hacer algo de ejercicio. Es algo que anhelo pero el mayor problema es agacharme y ponerme mis tenis. Una vez que salgo estoy bien.
Siempre me he sustentado yo mismo. Me gusta tener el sentido de saber exactamente donde estoy financieramente, pero hay una parte de mí que anhela un caballero de armadura brillante.