Me encantó la pintura y el dibujo por muchas razones. Una de ellas era que todo lo realmente necesario era un lápiz, un bloc y mi persona. Era algo que me apasionaba y todavía lo hace.
El excedente de la riqueza es un fideicomiso sagrado sobre el que su poseedor está obligado a administrar durante toda su vida por el bien de la comunidad.