Frases de Jean Giraudoux

El secreto del éxito es la sinceridad.

La flor es la poesía de la reproducción. Es un ejemplo de la eterna seducción de la vida.

Solo los mediocres están siempre en plena forma.

Aquellos que lloran se recuperan más rápidamente que los que sonríen.

Uno de los privilegios de los grandes es presenciar catástrofes desde una terraza.

Los hombres valientes mueren en la guerra. Se necesita gran suerte o juicio para no ser asesinado. Una vez, por lo menos, la cabeza tiene que agacharse y la rodilla tiene que doblarse por el peligro. Los soldados que marchan bajo los arcos triunfales son desertores de la muerte.

El teatro es como una Misa Católica del lenguaje.

Los hombres sólo deberían creer la mitad de lo que las mujeres dicen. ¿Pero qué mitad?

Las mujeres fieles son todas iguales, piensan solo en su fidelidad, nunca en sus maridos.

No existen elementos tan diversos que no puedan juntarse en el corazón de un hombre.

Todos, cuando se siente la guerra, aprende a vivir dentro un nuevo elemento: la falsedad.

Durante cincuenta años he sido una mujer, y todavía no he podido descubrir precisamente lo que soy.

Pregúntale a cualquier soldado. Matar a un hombre es merecer a una mujer.