La mayoría de los programadores buenos programan no porque esperen que se les pague o para recibir la adulación de parte del público, sino porque es divertido el programar.
Nada es un ejemplo tan grande de malos modales como la adulación. Si halagas a todos, no complaces a nadie; si adulas sólo a uno o dos, ofendes al resto.
La imitación es la forma más alta de adulación, pero los clones se equivocan porque estamos promoviendo la individualidad y el estar orgulloso de ser tú mismo.