A los 20 años, me di cuenta que no era posible adaptarme al papel femenino concebido por mi padre y le pedí permiso para involucrarme en una carrera profesional. En ocho meses llené los huecos que existían en mi conocimiento de latín, griego y matemáticas, me gradué del colegio e ingresé a la facultad de medicina en Torino.
Rita Levi-Montalcini
autorización carrera profesional colegio darse cuenta existir facultad