La preocupación por el medio ambiente está ahora firmemente incrustada en la vida pública: en la educación, medicina y derecho; en el periodismo, literatura y arte.
El espíritu de ganador es no en un nacimiento dotado, un alto coeficiente intelectual, ni en el talento. El espíritu del ganador está en la actitud, no la aptitud. La actitud es el criterio para el éxito.