Frase de Rodrigo Duterte

La preocupación por el medio ambiente está ahora firmemente incrustada en la vida pública: en la educación, medicina y derecho; en el periodismo, literatura y arte.

Todo lo que sé es que me siento orgulloso de ser filipino.

Una mujer feliz es aquella que no tiene ninguna preocupación; una mujer alegre es aquella que se preocupa pero no deja que las preocupaciones la tiren abajo.

Mi más grande preocupación es que solo quiero hacer mi trabajo.

La preocupación es el peor veneno para el estómago.

Siempre he luchado por mi país, a mi manera, demostrando que los Filipinos son un pueblo fuerte y pueden hacer cualquier cosa que se propongan.

Los filipinos no se revuelcan en lo que es miserable y feo. Ellos reciclan el mal y las transforman en cosas de belleza.

Filipinos quieren belleza. Tengo que lucir hermosa para que los Filipinos pobres tengan una estrella que mirar desde sus barrios.

Soy filipino puro; mis dos padres son filipinos.

En una tormenta de luchas, he tratado de controlar los elementos, cerrando los puños para protegerme a mi mismo y ser feliz. Pero el estrés puede ser una adicción y la preocupación puede ser nuestra estocada para el control y nos olvidamos de que la respuesta a este momento es siempre sí a causa de Cristo.