La tradición dice que cada vez que un grupo de personas ha probado los frutos encantadores de la riqueza, la seguridad y el prestigio, comienza a encontrar más cómodo creer en la mentira obvia y aceptar que sólo ella tiene derecho al privilegio.
Se hace más necesario ver la verdad tal como realmente es, si te das cuenta de que el único vehículo para el cambio son aquellas personas que han perdido su personalidad.
Si uno es libre de corazón, ninguna cadena hecha por el hombre puede atarlo a la servidumbre, pero si su mente es tan manipulada y controlada por el opresor, entonces no habrá nada que los oprimidos puedan hacer para asustar a sus poderosos amos.
En un intento de cambio, tenemos que sacarnos nuestros abrigos, estar preparados para perder nuestra comodidad y seguridad, nuestros trabajos y posiciones de prestigio y a nuestras familias... Una lucha sin pérdidas no es lucha.
Un hombre negro debe ser más independiente y confiar en sí mismo para su libertad y no dar por sentado que alguien le guiará a ella. Los negros están cansados de estar al margen presenciando un juego que debieran de estar jugando. Quieren hacer cosas por sí mismos y para ellos.