Nuestras vidas no quedan determinadas por lo que nos sucede, sino por cómo reaccionamos a lo que sucede, no por lo que la vida nos trae sino por la actitud que le llevamos a la vida.
¡Se necesitan dos manos para aplaudir! ¡Yo no puedo ser el único acusado de lo ocurrido en mis relaciones! Si las cosas se agriaron, sucedió por ambas partes. ¡No solo yo!