El espíritu de ganador es no en un nacimiento dotado, un alto coeficiente intelectual, ni en el talento. El espíritu del ganador está en la actitud, no la aptitud. La actitud es el criterio para el éxito.
Las aflicciones extraordinarias no son siempre el castigo de los pecados extraordinarios, sino que a veces son el padecimiento de las gracias extraordinarias.
Me encanta las personas que me hacen reír. Creo honestamente que es lo que más me gusta, el reír. Cura una multitud de males. Es probablemente la cosa más importante en una persona.