Frase de Daniel Kahneman

Compadezco al hombre que quiere un abrigo tan barato que el hombre o la mujer que haya producido la tela se morirá de hambre en el proceso.

Algunas personas parecen devanecerse pero cuando realmente ya no están, es como si no se hubieran desvanecido.

Vi el alunizaje cuando niño, y pensé que era lo más emocionante del mundo, eso de viajar al espacio, orbitar la Tierra y explorar otros planetas. Parecía fantástico.

Toda persona recuerda algún momento en su vida donde fue testigo de alguna injusticia, grande o pequeña y se hizo de la vista gorda porque las consecuencias de intervenir parecían demasiado intimidantes. Pero hay un límite a la cantidad de descortesía, desigualdad y falta de humanidad que un individuo puede tolerar. He cruzado esa línea. Y ya no estoy solo.

Las personas con valentía y carácter siempre parecen siniestras para los demás.

La vida es un proceso de evolución.

La vida y la muerte me parecían límites ideales, que yo primero debo romper, y vertir un torrente de luz en nuestro mundo oscuro.

Todos somos conejillos de Indias en el laboratorio de Dios. La humanidad es solo un trabajo en proceso.

Estamos en el proceso de resistir la verdad de Dios o en el proceso de ser formados y moldeados por su verdad.

Si todo parece bajo control, no vas lo suficientemente rápido.