Vivimos en un mundo maravilloso que está lleno de belleza, encanto y aventura. No hay final alguno para las aventuras que podemos tener si tan sólo las buscamos con nuestros ojos abiertos.
La mañana después de mi graduación de bachillerato me encontró en una temprana cacería de empleo. El sueño de ir a la universidad lo puse en un segundo plano.