No podemos detener los desastres naturales pero podemos armarnos de conocimiento: no se perderían tantas vidas si existiera suficiente preparación contra los desastres.
En este mundo peligroso en que vivimos, donde el odio y la violencia y los desastres naturales a veces chocan para casi abrumarnos, cada uno de nosotros puede ayudar de alguna manera.