El ojo de Dios que todo lo ve, vió nuestro deplorable estado; infinita compasión tocó el corazón del Padre de las misericordias; y sabiduría infinita estableció el plan para nuestra recuperación.
Amo a mi familia y los extraño mucho, pero ahora soy una nueva persona. Sé que mucha gente no estará de acuerdo con lo que he hecho, pero era lo correcto para mí.