Frase de John Florio

Aquel que aprende debe sufrir. Y aún en nuestro sueño el dolor que no puede olvidar, cae gota a gota sobre el corazón y en nuestra propia desesperación, en contra nuestra voluntad, la sabiduría nos llega por la terrible gracia de Dios.

La adversidad es como un viento fuerte. Ella separa de nosotros todo excepto lo que no puede ser rasgado, y ahí nos vemos como realmente somos.

El ojo de Dios que todo lo ve, vió nuestro deplorable estado; infinita compasión tocó el corazón del Padre de las misericordias; y sabiduría infinita estableció el plan para nuestra recuperación.

Tu no puede matar una brisa, un viento, una fragancia; tu no puede matar un sueño o una ambición.

Cuando anhelamos la vida sin dificultades, recuérdamos que los robles crecen fuertes con vientos en contra y los diamantes se crean bajo presión.

El que estudia medicina sin libros navega por un mar desconocido, pero el que estudia medicina sin pacientes no va ni al mar.

Debes tomar responsabilidad personal. No puedes cambiar las circunstancias, las estaciones o el viento, pero te puedes cambiar a ti mismo. Eso es algo de lo que debes hacerte cargo.

Vine como el agua y como el viento voy.

La pequeña caña, doblando a la fuerza del viento, de pronto estaba parada vertical otra vez cuando la tormenta había terminado.

La sabiduría viene solamente a través del sufrimiento.