No podemos detener los desastres naturales pero podemos armarnos de conocimiento: no se perderían tantas vidas si existiera suficiente preparación contra los desastres.
Sigue ondulando, mar azul profundo y oscuro, ondula. Diez mil flotas te arrasan en vano. El hombre marca la tierra con la ruina, pero su control se detiene en la orilla.