La mente consciente puede ser comparada con una fuente jugando al sol y volviendo a caer en la gran piscina subterránea del inconsciente de la cual emerge.
El Humanismo no estaba equivocado en pensar que la verdad, la belleza, la libertad y la igualdad tienen un valor infinito, sino en pensar que el hombre puede conseguirlas por sí mismo sin gracia.
¡Viene de alguien como tú! ¡Toma lo que puedas conseguir! ¡Toma las oportunidades como se te vayan presentando! ¡Actúa en los pasillos! ¡Canta en las puertas! ¡Baila en los sótanos!