La esperanza definitivamente no es lo mismo que el optimismo. No es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte.
Tener hijos es mi mayor logro. Fue mi salvación. Cambió mi enfoque desde afuera hacia adentro. Mis hijos son regalos; me recuerdan lo que es importante.