Nuestras vidas no quedan determinadas por lo que nos sucede, sino por cómo reaccionamos a lo que sucede, no por lo que la vida nos trae sino por la actitud que le llevamos a la vida.
La seguridad es sobre todo una superstición. No existe en la naturaleza, ni en los hijos de los hombres como una experiencia de ella. Evitar el peligro no es más seguro a largo plazo que exponerse a él. La vida es una aventura atrevida, o no es nada.
El peligro claro y presente del cambio climático es que no podemos quemar hacia la prosperidad. Ya confiamos demasiado en los combustibles fósiles. Tenemos que encontrar un camino nuevo y sostenible hacia el futuro que queremos. Necesitamos una revolución industrial limpia.