Cada mujer debería tener cuatro mascotas en su vida. Un visón en su armario, un jaguar en su cochera, un tigre en su cama y un burro que paga por todo.
No creo en los ángeles, pero tengo un pequeño ángel de estacionamiento. Está en mi tablero y le das cuerda. Las alas se mueven y se supone que te dará un espacio de estacionamiento. Ha funcionado hasta ahora.