En casi cada matrimonio hay un socio egoísta y uno altruista. Un patrón establecido que pronto se vuelve inflexible, de una persona que siempre hace las demandas y una persona que siempre cede.
El estado natural de la maternidad es la abnegación. Cuando te conviertes en madre, ya no es el centro de tu propio universo. Cedes ese puesto a tus hijos.
Madison Avenue es una agresión muy potente contra la conciencia privada. Una demanda a la que le cedes tu conciencia privada a la manipulación pública.