En abril de 1991, después de la guerra del Golfo, le fueron dados 15 días a Iraq para presentar una declaración completa y final de todas sus armas de destrucción masiva.
En nuestro trabajo y en nuestra vida, debemos reconocer que la diferencia es un motivo de celebración y crecimiento, en lugar de una razón para la destrucción.
Saddam Hussein se ha comprometido en el desarrollo de armas tecnológicas de destrucción masiva que es una amenaza para los países de la región ha hecho una mofa de los procesos de inspección de armas.
Nos estamos perdiendo de vista la civilidad en gobierno y política. El debate y el diálogo tiene un respaldo a la política de destrucción y control de ira. El dogma ha sustituido el debate reflexivo entre personas de distintos puntos de vista.