La mente humana es capaz de sentir emoción sin la aplicación de estímulos brutos y violentos; y aquel que no sabe esto debe tener una percepción muy débil de su belleza y dignidad.
No hay memoria o facultad retentiva basada en la impresión duradera. Lo que designamos como memoria no es más que la capacidad de respuesta incrementada a estímulos repetidos.
El mundo no está enterado de la mayoría de los que nadamos contra la corriente de problemas, sólo necesitamos un poco de apoyo o estímulo - para alcanzar las metas.