Frases de Francis Quarles

Sin cruz no hay corona.

Si tú deseas el amor de Dios y del hombre, sé humilde, pues el corazón orgulloso, ya que no ama a nadie sino a sí mismo, es amado por nadie sino por sí mismo. La humildad impone donde no pueden prevalecer ni la virtud, ni la fuerza, ni la razón.

Mi mente es mi reino.

El camino hacia la perseverancia yace en la duda.

Ten cuidado con el que es lento para la ira; pues lo que tarda en llegar, es más fuerte cuando llega y cuanto más tiempo se ha contenido. La paciencia abusada se convierte en furia.

No permitas que el miedo al peligro sea un estímulo para prevenirlo; el que no teme le da la ventaja al peligro.

La suficiencia del mérito es saber que mi mérito no es suficiente.

Es el destino del hombre sino una vez morir.

El que no tiene cruz no merece una corona.

La maldad es su propio castigo.

Si la fortuna te ha repartido una mala mano de naipes, entonces deja que la sabiduría te haga un buen jugador.

Una amistad no continuará hasta el final si ha comenzado por un final.

La oreja de una persona promedio pesa lo que eres, no lo que eras.

Olvida tus preocupaciones con tu ropa; así tu descanso consolidará tu trabajo, y tu trabajo endulzará tu descanso.

La meditación es la vida del alma: La acción, el alma de la meditación; y el honor, la recompensa de la acción.

La sabiduría no sólo se obtiene, pero una vez obtenida, se retiene.

Sé sabiamente mundano, pero no sabio en lo mundano.

El cielo encuentra una oreja cuando los pecadores encuentran una lengua.