¡Qué hipócritas parece que somos siempre que hablamos de nosotros mismos! Nuestras palabras suenan tan humildes, mientras que nuestros corazones están tan orgullosos.
Sólo el crimen y el criminal, es cierto, se enfrentan a nostotros con la perplejidad del mal radical; pero solo el hipócrita verdaderamente está podrido hasta la médula.
Él que haga el bien a otro debe hacerlo en detalles minuciosos: el bien general es la súplica del sinvergüenza, hipócrita y adulador, ya que el arte y la ciencia no pueden existir sino en detalles minuciosamente organizados.
Yo considero que el Klan, los clubes anglosajones y las sociedades americanas blancas, como el Negro se refiere, como los mejores amigos de la raza que todos los demás grupos de los hipócritas blancos juntos.
De todas los hipocresías que se expresan en este mundo hipócrita, - aunque la de los hipócritas es la peor, - ¡la hipocresía de la crítica es la más atormentante!
Cuando tenemos un Vice Primer Ministro que dice a la gente que no debe conducir automóviles pero él mismo tiene dos Jags, y donde el Ministro que le dice a la gente de no tener dos casas resulta que tiene nueve, no es un milagro que el público crea que los políticos son unos hipócritas.