Es lo primero que hago cuando comienzo mi día es ponerme de rodillas y dar gracias a Dios. Cada vez que salgo fuera de mi casa, lo primero que hago es parar en la iglesia.
Los hombres valientes mueren en la guerra. Se necesita gran suerte o juicio para no ser asesinado. Una vez, por lo menos, la cabeza tiene que agacharse y la rodilla tiene que doblarse por el peligro. Los soldados que marchan bajo los arcos triunfales son desertores de la muerte.
La juventud no es un momento de la vida; es un estado de ánimo; no es cuestión de mejillas sonrosadas, labios rojos y rodillas flexibles; es la voluntad, la calidad de la imaginación, un vigor de las emociones; es la frescura de los manantiales profundos de la vida.
Tengo duda de mi mismo. Tengo inseguridad. Tengo miedo al fracaso. Tengo noches cuando me presento en la arena y yo soy como, ' mi espalda duele, duelen mis pies, mis rodillas lastimadas. No lo tengo. Sólo quiero descansar.' Todos tenemos dudas. No hay que negarlo, pero tampoco rendirse a él. Hay que aceptarlo.
Una conversación no tiene que ser brillante para ser memorable. Una vez conocí a un presidente de los Estados Unidos, y la segunda frase que me dirigió fue sobre las rodillas.
Cuando un bateador balancea el bate y veo sus rodillas moverse, puedo decir justamente cuáles son sus debilidades, entonces pongo la bola donde yo sé que no puede golpearla.
Me siento muy bien. Tuve un coágulo de sangre. Fue un mal negocio. Pero cuando miro a mis amigos con reemplazos de cadera, de rodillas, de hombros, cirugías de cuello, de espalda, me quedo con el coágulo de sangre.
La única diferencia entre el partido Republicano y Democrático es la velocidad con la que sus rodillas caen sobre el piso cuando las corporaciones llaman a su puerta. Esa es la única diferencia.
Navidad en Belén. El antiguo sueño: una noche fría y clara se hizo brillante por una estrella gloriosa, el olor de incienso, los pastores y los sabios caen de rodillas en adoración al dulce bebé, la encarnación del amor perfecto.
Algunas personas están bien con el hecho de que sus cuerpos son testimonio de esta gran cosa que produjeron, sus hijos, y entiendo. Pero a nivel personal, me hace sentir mejor que mis pechos no esténn hasta mis rodillas cuando estoy desnuda delante de mi marido.
La muerte de mi madre me trajo a mis rodillas. Ella era mi héroe, mi modelo y mi mejor amiga. Hablé con ella todos los días de mi vida. Realmente me esforcé cuando crecí para hacer que estuviera orgullosa de mí.