Tengo un régimen de entrenamiento riguroso. Todos los días hago 3 minutos en una trotadora, luego me acuesto, bebo una copa de vodka y me fumo un cigarrillo.
Una vez que alcanzamos los cuarenta, las mujeres sólo tenemos cerca de cuatro papilas gustativas: una para el vodka, una para el vino, una para el queso y una para el chocolate.