La mayoría de las leyes condenan el alma y pronuncian sentencia. El resultado de la ley de mi Dios es perfecto. Condena pero perdona. Restaura, de una manera más que abundante, lo que quita.
Solo debe declararse la guerra por la autoridad del pueblo, cuyos esfuerzos y tesoros son soportar sus cargas, en vez del gobierno, el cual cosechará sus frutos.
En primer lugar, creo que más estadounidenses necesitan declarar su independencia de la política partidista de ambos lados. Cuantos más los estadounidenses declaren su independencia, más tendrán que competir los partidos por sus votos usando la razón en lugar de las odiosas apelaciones.
El único poder que tiene cualquier gobierno es el de reprimir a los delincuentes. Y bueno, si no hay suficientes criminales, los crea. Declara como delito tantas cosas, que se torna imposible para el hombre vivir sin romper las leyes.