Frase de Pindar

El ojo de Dios que todo lo ve, vió nuestro deplorable estado; infinita compasión tocó el corazón del Padre de las misericordias; y sabiduría infinita estableció el plan para nuestra recuperación.

Aquel que aprende debe sufrir. Y aún en nuestro sueño el dolor que no puede olvidar, cae gota a gota sobre el corazón y en nuestra propia desesperación, en contra nuestra voluntad, la sabiduría nos llega por la terrible gracia de Dios.

Una ardilla que se muere delante de su casa puede ser más relevante a sus intereses ahora que personas que se mueren en África.

El estado natural de la maternidad es la abnegación. Cuando te conviertes en madre, ya no es el centro de tu propio universo. Cedes ese puesto a tus hijos.

Los que obtienen grandes logros no son aquellos que ceden a las tendencias y modas y opinión popular.

¡La minoría cede a la mayoría!

Mi centro está cediendo, mi derecha está en retirada; situación excelente. Voy a atacar.

No cederemos a la violencia. No seremos privados de la libertad sindical. No estaremos jamás de acuerdo con enviar a la gente a la cárcel por sus convicciones.

Nunca te rindas y nunca cedas.

Me casaría de nuevo si encontrara a un hombre que tuviera quince millones de dólares, me cediera la mitad y que me garantizara que estaría muerto dentro de un año.