Frase de Ayelet Waldman

Comencé a darme cuenta que yo no era como cualquier otro niño.

La defensa es superior a la opulencia.

Aquel que aprende debe sufrir. Y aún en nuestro sueño el dolor que no puede olvidar, cae gota a gota sobre el corazón y en nuestra propia desesperación, en contra nuestra voluntad, la sabiduría nos llega por la terrible gracia de Dios.

El arte es la representación concreta de nuestros sentimientos más sutiles.

Planificar está traer el futuro al presente para que tú puedas hacer algo al respecto ahora.

Si el público supiera lo que quiere, entonces no sería el público, sería el artista.

Los mejores años de tu vida son aquellos en los que decides que tus problemas son tuyos. No culpas ni a tu madre, ni a la ecología, ni al Presidente. Te das cuenta de que controlas tu propio destino.

La soberanía de uno mismo sobre uno mismo se llama libertad.

El éxito no es el secreto a la felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Si te gusta lo que estás haciendo, tendrás éxito.

El día en el que el niño se da cuenta que todos los adultos son imperfectos, se convierte en un adolescente; el día en el que él los perdona, él se convierte en un adulto; el día en el que se perdona a sí mismo, se convierte en sabio.