La esperanza definitivamente no es lo mismo que el optimismo. No es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte.
Los verdaderos enemigos de nuestra vida son 'debería' y los ' si. ' Ellos nos tiran hacia atrás en el pasado inalterable y hacia adelante en el futuro imprevisible. Pero la vida real ocurre en el aquí y ahora.