En este mundo, con tu vida terrenal, estás debajo del cielo, de las estrellas y de los elementos, también debajo del infierno y de los demonios; todos reinan en ti y por encima de ti.
La esperanza definitivamente no es lo mismo que el optimismo. No es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte.