Hace un año tuve una lesión en la espalda y seguí un programa de buena nutrición para ayudar a acelerar mi recuperación. Me centré en el ejercicio y mantenerme sano para volver sobre el hielo.
El ojo de Dios que todo lo ve, vió nuestro deplorable estado; infinita compasión tocó el corazón del Padre de las misericordias; y sabiduría infinita estableció el plan para nuestra recuperación.
Haré tabla de paddle, nadaré en el océano, rodaré en la arena, tomaré el sol, comeré buena comida, estaré con amigos y familia e iré a pescar con mi papá.