Tengo una actitud judía de Woody Allen hacia la vida: es que todo va a ser desastroso. Que no todo ha sido de esa manera, se reduce simplemente a una peculiaridad al azar del destino.
La triste y horrible conclusión es que a nadie le importaba que los judíos estaban siendo asesinados... Esta es la lección judía del Holocausto y esta es la lección que nos enseñó Auschwitz.