La vida es una canción, cántala. La vida es un juego, juégalo. La vida es un reto, afróntalo. La vida es un sueño, realízalo. La vida es sacrificio: ofrécelo. La vida es amor: disfrútala.
Si la única herramienta que usamos para analizar lo que es valioso es una etiqueta de precio, entonces esas cosas que no tienen etiquetas de precios comienzan parecer que no tienen ningún valor.